
El cálculo aproximado se realiza en kilos. Hace un año no creo que pesara más de 55 o 56 kilos. Hoy peso casi 62.
Estoy gorda, y soy feliz. ¿Para qué voy a ponerme a dieta? Eso es un sufrimiento. Como lo que me apetece y cuando tengo hambre. Hay veces que tengo más ansiedad por la comida, y otras que paso con un vocadito de nada.
Tengo tripa (y la faja de abuela tapa muy poco), tengo celulitis (extendiéndose muslo abajo), y tengo un culo enorme. Aún así, me he comprado dos minifaldas y unos pantalones cortitos para este verano, que estoy deseando ponerme.
Lo que sigue igual (quizá más grandes), son los pechos. Pero esos me encantan que sean tan gorditos.
Ahora que tengo a alguien que me quiere a pesar de mis kilos, me siento bastante bien conmigo misma. Prometo ponerme a andar y hacer ejercicio este verano, de verdad. Y aunque follar no esté siendo mi deporte tampoco, creo que me viene bastante bien de vez en cuando.
Además, a él le encanta salir a cenar, y no puedo decirle que no. La comida y el amor (mejor si son juntos), dan la felicidad.